Venezuela entre verdades y mentiras




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Domingo 20 mayo 2012


VENEZUELA ENTRE VERDADES Y MENTIRAS

Por Hernán Maldonado

La escasez de artículos de primera necesidad se ha hecho crónica en Venezuela. Los cortes en el servicio eléctrico son constantes, especialmente en la provincia. Las redes sociales están inundadas clamando por medicinas desaparecidas.

Miles de obreros de las industrias básicas exigen al gobierno el pago de sus pasivos laborales. Otros millares de empleados públicos reclaman porque desde hace años están vencidos sus contratos colectivos. El déficit habitacional es colosal.

El hampa campea a lo largo y ancho del país. 19.500 personas fueron asesinadas el 2011. La pésima infraestructura vial, especialmente en el occidente, tiene aislados pueblos, ciudades y caserios.

La red hospitalaria está en ruinas. Los enfermos deben llevarse sábanas e insumos. Las grandes industrias nacionalizadas del hierro, aluminio y cemento, trabajan a pérdida. Cabillas y cemento para la construcción son ahora artículos de lujo.

La deuda pública, de un total de $34.000 millones en 1999, pasa los $150.000 millones. China otorgó recientemente un crédito de $20.000 millones.

El barril de petróleo se vendía a $12 aquel año. El fin de semana pasado alcanzó a $104.65. ¿Por eso no importa que la producción, debido a la ineficiencia, haya bajado de 3.5 millones de barriles por día a poco más de 2.1 millones?

¿Dónde está el dinero de los fabulosos ingresos y de los préstamos? Aparte de la corrupción brutal, los torrentes de dinero se van en subsidios (Venezuela importa casi todo lo que consume por la destrucción de la agroindustria), dádivas, becas, misiones que resuelven el hambre del día pero que siembran el hambre de mañana.

Esa sería la razón (o la mitad de los venezolanos son masoquistas) por la que, según encuestadoras, el presidente Hugo Chávez sería reelegido el 7 de octubre, si es que supera el cáncer que lo aqueja desde Mayo del 2012.

Chávez desde hace semanas está fuera de las funciones de gobierno, ha limitado al mínimo sus apariciones públicas. El otrora locuaz comandante, sólo se comunica por tweeter o esporádicamente por teléfono.

Quizás juega con el sentimentalismo de la gente, porque pese a estar oculto y enfermo de gravedad, las encuestadoras de diversa índole afirman que aventaja a su rival hasta por 33 puntos porcentuales.

Los resultados de estas encuestas no se compaginan con las fervorosas multitudes que reciben en todos los rincones de Venezuela a Henrique Capriles Randonski, el candidato único de la oposición.

Analistas políticos, como José Vicente Carrasquero y Raúl Hernández, creen que varias encuestadoras son pagadas por el gobierno para dar la sensación de que Chávez, pese al desastre de su gobierno de 14 años, cuenta con enorme respaldo popular.

Tendría dos objetivos: Desalentar a la oposición y crear una matriz de opinión para favorecer a Chávez en cualquier decisión que tome, inclusive si resuelve renunciar a la candidatura y nominar a un delfín. Amanecerá y veremos.