VENEZUELA EN UN CALLEJON SIN SALIDA

Por Hernán Maldonado

En Chuao, Caracas, recordaron a los fallecidos en las manifestaciones (vía @matebe)

Venezuela entró en la quinta semana de violentos disturbios sin que se vislumbre una salida a la actual crisis que tiene enfrentados al gobierno de Nicolás Maduro y los estudiantes, secundados por gruesos sectores de la sociedad civil.

Maduro, que el pasado fin de semana hizo marchar a militares enarbolando pancartas en su apoyo, como si se tratara de un sindicato de uniformados, anunció que está listo para aplastar de una buena vez a los rebeldes, pero sus amenazas cayeron en saco roto.

San Cristóbal, capital del estado del Táchira fronterizo con Colombia, virtualmente está paralizado por enormes barricadas. Maduro ha empleado inclusive a tropas del ejército para liquidar las protestas y ha fracasado rotundamente.

El Foro Penal, constituido por abogados y defensores de los derechos humanos, anunció que documentó medio centenar de horribles torturas a los detenidos. La mayoría fueron puestos en libertad, bajo la amenaza de ser encarcelados si vuelven a ser capturados.

Un total de 28 muertos, al menos de ellos 20 jóvenes, y 300 heridos es el saldo de los sangrientos choques. El país está semiparalizado desde el 12 de febrero cuando una marcha estudiantil en Caracas fue dispersada a tiros y murieron 3 personas, dos de ellas universitarios.

Maduro ha convocado reiteradas veces al diálogo. Los estudiantes no han acudido por considerar que no existen garantías de que el gobierno accederá a sus demandas, entre las cuales se incluye la libertad del líder opositor Leopoldo López y la disolución de los grupos paramilitares.

Estos grupos, creados en la gestión del fallecido presidente Hugo Chávez, son los culpables de la mayoría de las muertes. Se movilizan en motocicletas y se denominan a sí mismos como "colectivos", pero son los "escuadrones de la muerte", que actúan como los perversos Comités de Defensa de la Revolución, vigentes en Cuba.

En lo que constituye un abuso mayor, a varios de estos escuadrones el gobierno los traslada en ambulancias, como ocurrió el miércoles en el barrio La Isabelita, del estado Carabobo, donde dispararon a diestra y siniestra causándoles la muerte a tres personas.

Otra táctica oficialista es la de infiltrar a violentos en las filas de los manifestantes para que causen destrozos y obliguen a los militares a una mayor severidad. En Caracas un grupo destruyó una caseta del Metro en la urbanización Altamira, mientras los guardias miraban a otro lado.

Lo peor ocurrió al día siguiente cuando el propio Maduro en cadena nacional de radio y TV denunció que bandas de opositores destruían un lujoso edificio en la misma Altamira… por lo menos una hora antes de que tal ataque se produjera. Además las fotos muestran a los violentos civiles vistiendo las típicas botas militares.

La respuesta de los estudiantes a las graves amenazas de Maduro fue salir a las calles el domingo en imponentes manifestaciones en varias ciudades exigiendo el cese de la injerencia cubana en los organismos oficiales. Según admitió alguna vez el propio Chávez, alrededor de 40.000 cubanos trabajan en entes venezolanos, incluyendo las Fuerzas Armadas.

¿Qué pasará en los próximos días en Venezuela? Difícil saberlo. Heinz Dieterich, el ideólogo Socialismo del Siglo XXI, que fue estrecho asesor de Chávez, acaba de hacer un vaticinio. El sociólogo germano-mexicano cree que Maduro caerá en las próximas ocho semanas. Amanecerá y veremos.