LA SANGRE NO LLEGO AL RIO

Por Hernán Maldonado

El petrodictador se quedó con los crespos hechos. No rompió las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia, como lo había anunciado en su país pomposamente en su esfuerzo por disimular la grave crisis interna que está carcomiendo las bases de su régimen.

En la reciente cumbre de UNASUR el teniente coronel Hugo Chávez apareció como un gatito asustado porque sabe que su colega colombiano Alvaro Uribe lo tiene pillado con irrefutables pruebas de sus estrechos nexos con los narcoterroristas de las FARC.

Uribe, excepto por las denuncias de que los narcoguerrilleros Timochenko e Iván Márquez se encuentran en Venezuela bajo el amparo de la petrodictadura, se abstuvo de desplegar su artilleria pesada.

En la antesala de la Cumbre de Bariloche, el presidente brasileño puso a valer su condición de líder natural del organismo. Lula da Silva consiguió que Chávez se abstuviera de llevar adelante su plan porque eso significaría la virtual muerte de la recien nacida UNASUR.

Colombia apagó sin siquiera disparar los altisonantes clarines de guerra del venezolano con una gruesa carpeta de pruebas que salieron de las computadoras de Raúl Reyes. La sangre, pues, no llegó al rio... por ahora.

Pero, además, Uribe hizo quedar en ridículo a Chávez. El locuaz militarote había denunciado amenazantes planes del “imperio” estadounidense en contra de la soberania de varios países latinoamericanos. Se ufanó de haberse munido de esos documentos a través de sus servicios de inteligencia.

Los tales “servicios” resultaron imbecilidades de algún jalamecate chavista que le vendió a su jefe documentos que están desde hace muchísimo tiempo en Internet, como aseguró con pasamosa tranquilidad Uribe como para que resaltara mucho más el ridículo. Horas después el propio Departamento de Estado confirmó el hecho, puntualizando que se trata de un bosquejo de ejercicios militares como muchos de los que se publican en la red y que no son documentos oficiales.

Chávez un mitómano que t odavía tiene encandilados a millares de venezolanos, no puede hacer prevalecer sus mentiras a nivel internacional. Ya los mangos no están bajitos. Bariloche ha sido testigo. Ahora falta saber que hará el petrodictador para distraer la atención de los venezolanos respecto a la crisis interna originada por su desgobierno de 10 años. Se le ha caido la excusa de “los vientos de guerra” con Colombia que ha estado enarbolando como en su tiempo lo hizo el general argentino Leopoldo Galtieri respecto a las Malvinas.

Los opositores en Venezuela parecen tener claro que al régimen lo que le queda es pasar descaradamente a la represión. La falta de viviendas, el desastre en la salud pública, el alto costo de la vida, la inconstitucionalidad de leyes aprobadas por su sumisa Asamblea Nacional, el desempleo galopante y un largo etcetera que originan que cada vez más venezolanos se lancen a protestar en las calles sólo podría apagarse, como ya amenazó Chávez sin el menor rubor, con “gas del bueno”. Tengo mis dudas. El venezolano de a pie cada vez está más consciente de lo que quiere decir esa frase de su himno nacional que habla del “bravo pueblo que el yugo lanzó...”.