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Miércoles 15 de agosto 2012


CHOQUE EN LAS ALTURAS

Por Hernán Maldonado

En la Historia de Venezuela, jamás hubo presidente alguno que criticara, insultara o se peleará con sus colegas de otros países como lo ha hecho el teniente coronel Hugo Chávez Frías.

En la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile el despropósito del militarote llegó a tal extremo que don Juan Carlos, rey de España, se salió de sus casillas para espetarle: ¡Porqué no te callas!

Cínicamente, días después Chávez declaró que no había escuchado la orden, porque de haberlo hecho “hubiera puesto al rey en su lugar, por muy monarca que sea”.

Del presidente de Perú, Alán García, dijo que se cuidaría sus “bolsillos porque es un ladrón se siete suelas” y prometió que “jamás” recibiría en Venezuela a Juan Manuel Santos, cuando éste era candidato en Colombia.

El Santo Padre, a cuyos obispos los llamó “diablos con sotanas”, los presidentes George W. Bush y Vicente Fox, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulsa, al que describió como “un pendejo” y otras personalidades mundiales no se han librado de su lenguaje cuartelero.

El único que quiso ponerlo en su lugar fue el presidente colombiano Alvaro Uribe quien, en la Cumbre de los 20 de Cancún, en un arrebato de cólera se paró y le retó: ¡Sea varón!” Chávez al verse perdido en el debate quiso abandonar la reunión.

El sucesor de Uribe dejó de lado la política confrontacional. Para Santos más importante es el comercio fronterizo que genera ingresos económicos anuales para Colombia de alrededor de $7.500 millones.

Para eso tuvo que tragarse los insultos de Chávez y decir que ahora “es su mejor amigo”. Esa conducta lo alejó de su mentor Uribe quien no pierde oportunidad para denunciar a Chávez como un sátrapa.

La posición de Uribe es aprovechada por Chávez para culpar a la oposición de recibir instrucciones de la burguesía colombiana en su campaña para las elecciones presidenciales del 7 de octubre.

La verdad es que la campaña de Henrique Capriles, que avanza como un huracán por la geografía venezolana, no necesita de Uribe. Mal haría, porque su bandera es precisamente su fuerte crítica a la enorme dependencia de Chávez de la Cuba de Fidel Castro.

Uribe acaba de revelar que le “faltó tiempo” en el cargo para liquidar a comandos de las FARC que operan desde territorio venezolano. Chávez, iracundo explotó este martes en cadena de radio y TV nacional: “No es que le faltó tiempo… le faltaron cojones al caballero”.

Uribe recordó el incidente de Cancún y respondió: “Chávez cobarde hoy como antes. Insulta a distancia. De frente se desmayaba, le temblaban las piernas y perdía el color”.

La Asamblea Nacional dominada por chavistas (callada ante denuncias paraguayas de injerencia en sus problemas internos) emitió un pronunciamiento condenado la “injerencia” de Uribe en la política de su país.