LOS VERDADEROS VENDEPATRIAS




Regreso al comienzo




Gracias por
firmar el libro
de visitas




Artículo
anterior






Opiniones




Libros




CHAT ROOM
Tema Libre

Domingo 16 de agosto del 2009


LOS VERDADEROS VENDEPATRIAS

Por Hernán Maldonado

Lo que está ocurriendo con las secretas negociaciones con Chile por las aguas del Silala muestran a las claras quienes son los verdaderos “vendepatrias”, el adjetivo puesto de moda por los “socialistas del Siglo XXI” contra quienes nos oponemos a sus marramucias.

Resulta paradójico que quienes atizaron las sangrientas pobladas de aquel “Octubre Negro”, so pretexto de no entregarle nuestro gas a Chile, hoy anden tomaditos de la mano, cual tortolitos de la nueva ola. Regalitos incluidos. Un charanguito para Michele Bachelet desde aquí y unas monedidas bicentenarias con el rostro de Evo Morales desde allá.

Ocurrió ya antes cuando los trasandinos le regalaron el título de general de sus ejércitos a otro ignorante como era Mariano Melgarejo para conseguir sus objetivos de expansión territorial. Ahora lo que les interesa es legalizar una situación de hecho con aguas que creen que son de curso sucesivo y por tanto sujetas a la ley internacional y no producto de unas vertientes en suelo boliviano desviadas artificialmente hacia territorio chileno.

Como los pillos que cometen sus fechorias en la nocturnidad del día unos negociadores, según ha trascendido, ya llegaron a un acuerdo inicial para resolver el diferendo sobre las aguas del manantial, reconociendo que Chile debe pagar un 50 por ciento por el uso de esas aguas, sin que se haya especificado desde cuándo y sin explicar por cuál razón Bolivia cede ese 50 por ciento de aguas soberanas en favor del vecino.

El presidente Evo Morales, con esa enorme capacidad que tiene para oscurecer lo que quiere aclarar, ha dicho que es preferible recibir algo a no recibir nada, mientras su canciller David Choquehuanca ladinamente promete que no habrá convenio final sin la aprobación nacional. En eso también se inscribe el apuro por apoderarse de la mayoria parlamentaria en las elecciones de diciembre, porque es el Congreso al que compete dar luz verde a los convenios internacionales.

Dado que las tendencias muestran que Morales se encamina a un nuevo triunfo ante la absurda dispersión del voto opositor, no será sorpresa el que se salga con la suya y entonces sus “levantamanos”, los mismos que aprobaron la absurda Nueva Constitución Política del Estado, sin siquiera haberla leido, aprobarán en el Congreso el regalito a Chile de las aguas de Sur Lípez.

Las Fuerzas Armadas Bolivianas, constitucionalmente llamadas a proteger y hacer respetar la soberania nacional, no se pronunciaron aún sobre este delicado tema. En los últimos meses sus jefes han estado ocupados preparando desfiles mezclando soldados con los guerreros indígenas oficialistas (especialistas en destripas perros) o embelesados con las promesas del vicepresidente Alvaro García Linera de hacer una “potencia” de Bolivia con la adquisión de armas por valor de 100 millones de dólares en la ex Unión Soviética. Nadie cae en cuenta que con semejante suma, sólo se podría comprar dos bombarderos SU-30MKI Sukhoi.

La situación es difícil y el régimen pasa por alto que una cosa es aprobar una Constitución a la mala y otra muy distinta el regalar patrimonio nacional. Los petrodólares de Hugo Chávez pueden comprar muchas consciencias y los chapareños abastecedores de los narcotraficantes pueda que sean la vanguardia de los socialistas de nuevo cuño, pero hay una reserva moral e institucional en Bolivia que todavía no ha dicho su palabra. Ya lo veremos.