Martes 23 de enero del 2001
LOS MUCHACHOS EXITOSOS
Por
Hernán Maldonado
Las malas noticias campean en las últimas semanas en Bolivia, porque si no es
el escándalo oficial, un nuevo negociado, el surgimiento de un flamante
corrupto, es la huelga que empieza o el paro que se prolonga, todo en medio
del auge de la delincuencia como no se había visto antes en nuestras
ciudades.
Pero no es sólo eso. La naturaleza también pone su cuota aparte ante la
imprevisión oficial de siempre. Miles de damnificados por las lluvias,
centenares de hombres, mujeres y niños sin techo donde cobijarse. Riadas que
se llevan caminos, pueblos que se quedan aislados y cosechas que se pierden.
Hasta las buenas noticias se convierten en malas noticias. Según el diario
Los Tiempos, San Alberto, un campo gasífero identificado en su época por
YPFB como "campo viejo" aparece ahora en su inauguración como "campo nuevo",
lo que en la jerga de la ley de hidrocarburos de 1996 quiere decir que en vez
de pagar 50% de regalías al Estado (39% para el Tesoro y 11% para Tarija),
sólo pagará el 11% a la región, lo que significa que Bolivia perderá unos
2,000 millones de dólares en los próximos 10 años. No he visto ningún
desmentido oficial a la versión periodística.
En medio de este vendaval de noticias que son como para salir corriendo, hay
algunos hechos positivos que hacen que uno infle el pecho. Es el caso del
grupo musical Azul Azul que definitivamente ha trascendido
internacionalmente, al punto que sus integrantes fueron invitados a amenizar
uno de los “ball” con los que se celebró la asunción de George W.
Bush como 43er presidente de los Estados Unidos.
Pero no sólo es el espaldarazo de esa invitación de la Casa Blanca, sino que
el grupo se ha ganado la simpatía del público más allá de las fronteras
nacionales como lo prueba la encuesta que está realizando la poderosa cadena
Univision de cara a la entrega de los codiciados premios a Lo Nuestro el
próximo 8 de febrero en la que Azul Azul marcha primero.
Hasta el comienzo de esta semana Azul Azul tenía un 56.05 por ciento de
preferencias en el renglón Grupo del Año, aventajando por más del doble a Son
by Four (24.20%). Otro tanto ocurre en el acápite Revelación del Año donde
nuestros compatriotas acumulan un 63.10 por ciento contra el 21.02 por ciento
de Cristina Aguilera, su más cercana rival.
A menos que ocurra una calamidad de proporciones, Azul Azul debería ser el
galardonado por la votación popular del continente el 8 de febrero en los dos
renglones.
No menos esperanzador es el equipo Sub20 que participó en el sudamericano de
la categoría en Ecuador. Aunque resultamos eliminados, hay algunos hechos
rescatables que deben alentar nuestro optimismo de cara al futuro.
Ante Argentina (acostumbrada a titulos mundiales en esta categoría) jugamos
sin complejos y vendimos cara la derrota 2-0, y más tratándose del encuentro
debut. Con Colombia caímos 1-0 pero el resultado es mentiroso. Los
colombianos sólo hicieron el gol. Los arrinconamos durante 80 de los 90
minutos, pero la fortuna nunca estuvo de nuestro lado. A Uruguay (otro equipo
acostumbrado a grandes cosas en Sub20) le dimos un baile y le ganamos muy
bien 3-1.
Con Chile perdimos 3-1 después de haber dominado todo el partido. Los goles
adversarios fueron de contragolpe y se produjeron justamente cuando “la
Diablada Verde” estaba más cerca del gol.
Al margen de estos resultados que no reflejan el desempeño del equipo, lo
importante es que estos muchachos, por su edad, han dejado claramente
establecido que son los cimientos del seleccionado boliviano que jugará las
eliminatorias del mundial del 2006. Andan por buen camino.
Tienen buen dominio de pelota, ágil desplazamiento en la cancha. Visión de
campo y una defensa sólida que se complementa con un mediocampo elástico. Hay
que trabajar en el hombre gol, el que concrete ese dominio hasta tres cuartos
de cancha. La base está. El equipo me gustó. El torneo hay que tomarlo como
una buena experiencia. Un punto de partida.
En lo que hay que trabajar es en el aspecto técnico, en la manera de encarar
los encuentros de acuerdo al rival y otros imponderables. Por ejemplo ante
Chile se cometió el error inicial de tratar de correr más que la pelota en
cancha pesada, cuando debía ser al revés. Cuando nos dimos cuenta, ya Chile
nos había metido el primer gol.
Si nuestros dirigentes tuvieran visión a largo plazo, ahora mismo (con alguna
excepción) deberían olvidarse de los históricos y con estos jugadores acudir
a la Copa América de mediados de año en Colombia, como la primera etapa de
una preparación que nos lleve otra vez al mundial de Alemania, dado que es
causa perdida pretender ir al del 2002.
En medio de tanta calamidad de estos últimos tiempos, los bolivianos debemos
renovar nuestras esperanzas en lo que hagan los muchachos de la Sub20 en el
futuro y ciertamente sentirnos halagados con los logros de Azul Azul.
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