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Domingo 25 de enero del 2009


INACEPTABLES PARALELISMOS

Por Hernán Maldonado

Todo lo que ocurre en la Venezuela del Hugo Chávez se repite en la Bolivia de Evo Morales en perjuicio de la democracia. La gran pregunta es ¿hasta dónde vamos a llegar?

Chávez promulgó una nueva Constitución, de la que dijo era "la mejor del mundo". Morales anda en lo mismo, con la diferencia de que postula una Carta Magna que es la peor de cuantas ha tenido la República, si nos atenemos a la opinión de reputados constitucionalistas.

Chávez y Morales violan sistemáticamente la Constitución. El petrodictador ya fue derrotado cuando preguntó al pueblo el 2 de diciembre del 2007 si aprobaba la reelección presidencial, pero insiste con un nuevo referendo, ahora pautado para el 15 de febrero. Morales es más audaz porque dice que "le mete nomás", aun sabiendo que viola las leyes.

Chávez nacionalizó la industria petrolera y Morales hizo lo mismo, ahuyentando las inversiones internacionales y sumiendo a sus países en alarmantes bajas de producción. Ante la crisis Chávez acaba de invitar a las odiadas transnacionales a volver a invertir y hace lo mismo su émulo de La Paz. ¿O Petrobras no es una multinacional?

Olvidando que la Iglesia Católica le cuidó la vida aquél aciago abril del 2002, Chávez insulta a la jerarquía ("demonios con sotana", los llama) y les recomienda leer a Carlos Marx. Desde hace dos años no concede el asilo al dirigente estudiantil Nixon Moreno, asilado en la Nunciatura. Morales injuria, calumnia y ofende gravemente al cardenal Julio Terrazas, un hombre al que muchos de los actuales gobernantes le deben la vida.

Chávez ha destruido el aparato productivo al perseguir a los empresarios privados, confiscándoles sus propiedades o clausurarles su fábricas, al punto que las importaciones venezolanas de alimentos llegan al 60 por ciento. Morales tiene la pelea cazada con los productores del oriente del país a los que tilda de "oligarcas" y latifundistas.

Chávez ha convertido a sus fuerzas armadas en un ejército pretoriano que debe gritar "patria, socialismo o muerte". Su émulo altiplánico sigue el mismo patrón involucrando a los hombres de armas en labores políticas, como el reparto del bono Juancito Pinto, amén de la entrega de petrodólares con el disfraz de mejoras en la infraestructura militar.

Chávez se apoderó de todo el aparato estatal. Suyos son la Corte Electoral, la Asamblea Nacional, la Fiscalía General, el Poder Judicial, la Contraloria y la Defensoria del Pueblo. ¿No está haciendo lo mismo el "pobre indiecito", como se autocalifica Morales para consumo exterior?

Chávez golpea a la prensa independiente sin miramientos. Ya cerró el principal canal de televisión privada. Los periodistas asesinados (El más reciente, hace una semana, fue Orel Zambrano), encarcelados, perseguidos, exiliados suman decenas. Morales copia el modelo. Los bombazos a medios, los golpes, las amenazas brutales son una constante.

Chávez tiene en Lina Ron a su principal dirigente de los grupos paramilitares. Hace una semana tomó, metralleta en mano, el Ateneo de Caracas donde festejaba su XXXIX aniversario el ex grupo guerrillero Bandera Roja. Morales tiene en Adolfo Cerrudo, un prófugo de la justicia, a su principal aliado, acusado de apalear y amenazar con violar a una periodista de La Razón.

Las hordas chavistas se apoderaron de la Plaza Bolívar de Caracas desde hace años. Dirigente opositor que pasa por allí es agredido impúnemente. La semana pasada dirigentes del partido Social Cristiano, en la celebración de sus sexagésimo aniversario, apenas pudieron colocar una ofrenda al Libertador por cinco minutos antes de que la destrozaran. Los oficialistas están haciendo lo mismo en la Plaza Murillo de La Paz.

Chávez despotrica contra el "Imperio", pero sólo de palabra porque le sigue vendiendo el petróleo que lo atornilla en el poder. Morales lo copia en los insultos, aunque más torpemente, al punto que el viernes pasado exasperó al Encargado de Negocios estadounidense que lo dejó con la palabra en la boca en el Parlamento. ¿Empezaran a cambiar las cosas? Amanecerá y veremos.





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