EL AMOR AL PODER: Hugo Chavez




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Domingo 14 de febrero del 2010


EL AMOR AL PODER

Por Hernán Maldonado

El amor al poder político tiene tal fuerza que gentes que uno cree racionales sucumben a sus "encantos" con tamaña pasión que son capaces de cualquier extremo con tal de conquistarlo, mantenerlo o de recuperarlo.

Estos días vemos muchos ejemplos. Felix Patzi, ex ministro de Educación de Evo Morales, no se resigna a ser un proscrito político tras haber sido pillado in fraganti conduciendo un vehículo en estado de ebriedad.

El sociólogo aymara de ideas extremistas y retrógradas, después de ser defenestrado del cargo, fue designado a una cartera de mucho menor rango en la prefectura de La Paz. Una persona que se respete no hubiera aceptado esa humillación.

Obviamente el hombre se había enamorado del poder. Desde allí hizo méritos para recuperar posiciones y casi lo logra. Fue postulado por Morales como candidato a prefecto de La Paz para las elecciones regionales de abril. Fue detenido precisamente el día en que gobierno aprobó un draconiano decreto contra los choferes ebrios.

Admitió su culpa, pero Morales le quitó su confianza. Patzi tocó todos los resortes para ser perdonado. Supuestamente hasta fabricó 1.000 adobes para conseguirlo. Como Morales no retrocedió, entonces Patzi amenaza con fundar un partido e insistir en su candidatura. Ya perdió el chivo. Perderá también el mecate.

A otro nivel, ocurre más o menos lo mismo. José Miguel Insulza busca su reelección como secretario general de la OEA. Tuvo un gris desempeño. El petrodictador Hugo Chávez lo insultó varias veces groseramente y aún así se confabuló con él para urdir el levantamiento de sanciones contra Cuba.

Se sentó al lado de Chávez y Raul Castro para exigir "democracia en Honduras", como si Venezuela y Cuba fueran ejemplos en el continente. Obviamente lo que queria Insulza es los 14 votos que tiene amarrados Chávez en su petroimperio regional de Bolivia, Nicaragua, Ecuador y las islitas-Estados del Caribe.

Varios países, encabezados por Estados Unidos, le hicieron saber indirectamente, y esto es grave y definitivo en el campo diplomático, que no verían con buenos ojos su reelección, pero el chileno vuelca la cara a otro lado, como si no fuera con él la cosa.

El presidente elegido de Chile, Sebastián Piñera, ha tenido que taparse la nariz ante la impavidez de su compatriota y contrincante político y ha endosado su candidatura porque no le queda otra en interés de su país. Bolivia y Perú pesan en su conciencia. Insulza movió bien sus hilos y será reelegido.

Mientras tanto a Chávez se le escapa el poder. En septiembre se realizarán elecciones parlamentarias y un eventual revés, que pronostican las encuestas, ha enloquecido al hombre. Bota ministros, manosea la sagrada espada de Bolívar, habla por cuanto micrófono tiene al frente y lo único que le falta es pararse en una esquina a repartir dinero.

La tiene cuesta arriba para explicar ¿dónde están los 950.000 millones de dólares que recibió desde 1999? Y porqué Venezuela vive sin electricidad, escasean el agua, los artículos de primera necesidad y los servicios públicos están en ruinas. El terror de Chávez a perder el poder es tal que es capaz de cualquier locura. ¡Apuéstenlo!