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Martes 23 de diciembre del 2003
ENERO NEGRO A LA VISTA...
Por
Hernán Maldonado
El dirigente cocalero Evo Morales dice que Bolivia vive en estos momentos sus últimas horas de paz, porque a partir de enero las más oscuras fuerzas de la antidemocracia se unirán para derrocar al gobierno del presidente Carlos D. Mesa.
En declaraciones divulgadas este lunes por la agencia Venpress de Venezuela, Morales denunció que la conspiración está en marcha y que su objetivo es impedir que el MAS llegue a la presidencia.
Morales se encuentra en Venezuela dentro de su campaña de relaciones públicas para que la izquierda internacional lo vea como uno de los suyos y no sólo como el caudillo de los productores de la materia prima de la cocaína.
Según Morales, se acerca la hora de la confrontación entre los pobres y "quienes representan la intromisión extranjera" en Bolivia.
El dirigente cocalero tuvo cuidado en desmarcarse de los que pretenden acorralar al régimen de Mesa y hasta se ofreció a defenderlo porque "es la única democracia con la que contamos y hay que defenderla aunque nuestra propuesta va mucho más allá".
Aunque las elecciones presidenciales están todavía a cuatro años, Morales es un convencido de que la conspiración contra Mesa significa una conspiración contra su candidatura y el eventual triunfo del MAS.
Morales no se refirió a los potenciales conflictos sociales que desde enero jaquearían al gobierno de Mesa, sino a una "conspiración de la embajada de Estados Unidos y de los grupos racistas y fascistas" que quieren truncar, dijo, el triunfo de su partido el 2007.
Para Morales no cuenta una reciente encuesta en el eje central que estableció que su popularidad no llega al 10 por ciento y que su caudal electoral del 2002 fue gracias al embajador Manuel Rocha que propició el "voto protesta" por la descarada intervención yanqui en nuestros asuntos.
Pero una cosa fue el "fenómeno" electoral del año pasado y otra la realidad actual, según todos los sondeos de opinión. Los sucesos de febrero y octubre dejaron por lo menos chamuscado al masismo.
Pero como las elecciones están muy lejanas, habrá que inscribir las declaraciones de Morales en el acápite de las curaciones en salud.
Porque sinceramente si alguien conspira a lo grande contra Mesa y la democracia es el movimiento cocalero reacio a renunciar a los cultivos ilícitos de coca y cuyo brazo armado ha matado éste año a siete soldados erradicadores.
Además, con su discurso antinorteamericano, que obviamente no cae en oidos sordos, como nos lo recuerda a cada rato el señor Otto J. Reich, el MAS hace el papel del chico travieso que hurga con un palito las narices de un león.
Y Morales tendría también que sopesar que es lo que exactamente ha querido decir Mesa cuando aseguró que el poder para él no tiene los efectos de un afrodisiaco.
Pienso que Morales debe renunciar a la tentación suicida de la izquierda vernácula de "quemar etapas" y prepararse, en lo inmediato, para hacer valer en el parlamento su poder cuantitativo.
Además, Morales en muestra de la vocación democrática que proclama, hará bien en preparar a sus huestes para contarse en las elecciones municipales. A partir de allí, si cabe, recién podría ponerse a contar pollitos antes de que nazcan.
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