Regreso al comienzo




Gracias por
firmar el libro
de visitas




Artículo
anterior






Opiniones




Libros




CHAT ROOM
Tema Libre

Domingo 15 de noviembre del 2015


CON LA DEA NO SE JUEGA

Por Hernán Maldonado

El corpulento dictador venezolano Nicolás Maduro, y su esposa Cilia Flores, a la que denomina no la primera dama del país, sino "la primera combatiente", guardan silencio sobre el escándalo ligado al narcotráfico internacional, develado el pasado fin de semana y que involucra a cercanos familiares suyos.

Efraín Campos Flores y Francisco Flores, ahijado de crianza de Maduro y sobrinos de su mujer, fueron detenidos en Haití por la DEA estadounidense, traslados de inmediato a Nueva York, bajo la acusación de querer vender a un agente encubierto 800 kilos de cocaína.

Esta vez la DEA actuó (seguramente con la complicidad del gobierno haitiano) ejecutivamente, recordando el fiasco de Aruba de julio del 2014, cuando debió soltar al general venezolano Hugo Carvajal por presiones diplomáticas, cuando ya lo tenía en sus garras.

Carbajal, sobre quien pesan acusaciones de narcotráfico en Estados Unidos, fue capturado cuando se disponía a asumir como cónsul de Venezuela en las Antillas Holandesas. Maduro y Diosdado Cabello celebraron su repatriación. Hasta ahora no se sabe porqué el reino holandés cedió a las presiones de Caracas.

Ahora, tras la detención de los Flores en Haití, Maduro y su esposa guardan silencio y solo sus perros de presa, como el microfonero oficialista Mario Silva, han salido a defender a los familiares de la pareja presidencial, acusando a Estados Unidos de "haberlos secuestrado".

Otros allegados a Maduro y Cilia, aprovechando la colosal red de radios, televisoras y prensa oficialista, siembran la idea de que la detención de los jóvenes forma parte de una campaña "del imperio para desestabilizar al legítimo gobierno de Venezuela".

Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y jefe del partido oficialista, también salió en defensa de Maduro y su mujer, con sus baterías disparando contra el imperialismo. Cabello, se muestra particularmente furioso porque él mismo es acusado de ser el cabecilla del infame Cartel de los Soles, un grupo de militares adictos a negocios con el "maldito polvo de los incas", cuya extradición reclama Washington.

Traficar un par de kilos ya significa de por si un grave delito. Hay que imaginarse lo que es negociar la venta de 800 kilos, valorados al prorrateo en unos $100 millones. Los jovencitos fueron delatados por un agente encubierto de la DEA que los contactó en Honduras.

Trascendió que fueron detenidos con solo una muestra del gigantesco cargamento. Alrededor de 80 kilos fueron decomisados el viernes en un costoso yate y en una lujosa residencia que uno de los sobrinos posee en la República Dominicana, justo al lado del palacio del multimillonario Oscar de la Renta, ya fallecido.

¿Cómo es que estos jovenzuelos acumularon semejante fortuna? ¿Quién les otorgó y autorizó para portar pasaportes diplomáticos venezolanos?, son algunas de las preguntas que se hace la prensa mundial. Este escándalo, como ningún otro, ha recibido una voluminosa cobertura desde que la develó el prestigioso The Wall Street Journal.

Pero es más importante saber quiénes son los cómplices de estos pícaros, porque para manejar tan colosal cargamento necesitaban una infraestructura que involucra autorizaciones, aviones, documentos aduaneros, jerarcas al más alto nivel apoyándolos para que su tránsito por los aeropuertos no despertara sospechas, etc.

La DEA se apuntó uno de sus mayores éxitos desde la captura en 2011 en Panamá del ex zar de la lucha contra la droga en Bolivia, el general René Sanabria y su investigación de ocho meses ha puesto a temblar a la dictadura de Maduro a solo días de las cruciales elecciones parlamentarias. Amanecerá y veremos.