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Lunes, 2 de febrero de 1998

LAS CANDIDATURAS PREMATURAS

Por Hernán Maldonado
Especial para la Agencia de Noticias Fides


Miami - El presidente Hugo Banzer Suárez no ha terminado aún de acomodarse en su silla del Palacio Quemado y por lo menos tres candidaturas ya están en la calle de los aspirantes a sucederle dentro de… cinco años.

Estas aspiraciones demuestran la solidez de la democracia boliviana. Es decir nadie, como ocurría en el pasado, está pensando en que el actual sistema pudiera quebrarse en el futuro inmediato. Paradójicamente, revelan, de alguna manera, la inmadurez de la clase política del país.

Los candidatos abierta o encubiertamente son Gonzalo Sánchez de Lozada, del MNR; Johnny Fernández, de la UCS y Jaime Paz Zamora, del MIR. El primero, aún sin esperar la elección dentro de la convención partidaria que debe ser la que lo elija, ya ha actúa como candidato oficial y hasta ha ofrecido renunciar a su aspiración si el gobierno repone el Bonosol.

Fernández, que no necesita de unas primarias, ya estará en la edad biológica como para ser candidato presidencial y anunció que dejará la alcaldía de Santa Cruz a fines de este año para dedicarle más tiempo a su aspiración. Esta semana, similar promesa ha hecho el alcalde cochabambino Manfred Reyes Villa.

Paz Zamora explota internamente su condición de funcionario de la Unesco como si estuviera decididamente interesado en lavar su maltrecha imagen internacional.

Lo que en el país no debe perderse de vista es que la Unesco, desde que Estados Unidos se retiró dejándola sin recursos y a la deriva, se ha convertido en poco menos que un general sin tropas o un doctor sin clientela.

Las aspiraciones tienen su lado negativo. Mantienen inactivo al gobierno al atarle a una campaña electoral absurda, por una parte, y, por la otra, corren el riesgo del desgaste, amén de los celos de otros aspirantes de la misma tolda política, como está ocurriendo en el MNR con Juan Carlos Durán.

El proceso que vive la joven democracia boliviana no es nuevo. Le ocurrió lo mismo a la venezolana, que la semana pasada llegó a la adultez con sus 40 años ininterrumpidos.

El legislador venezolano encontró una solución de fácil cumplimiento. Aprobó una ley estableciendo los plazos dentro los cuales debe producirse un proceso electoral, incluyendo las primarias dentro de un mismo partido. Por eso es que recién el próximo mes empezarán en ese país oficialmente las campañas políticas para las elecciones del primer domingo de diciembre de este año.

Ahora que el oficialismo tiene inmensa mayoría en el congreso, como lo tuvo en 1973 Carlos Andres Pérez , debería aprobar una ley análoga. La salud de la joven democracia boliviana lo reclama.