Tierra Lejana-- Página de Hernán Maldonado




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Domingo 14 de septiembre del 2003


¿SE HARA REALIDAD EL SUEÑO?

Por Hernán Maldonado


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La victoria de la Diablada Verde sobre Colombia por 4-0 ha hecho el milagro de volver a reverdecer nuestras esperanzas de clasificación al campeonato mundial de fútbol Alemania 2006.

Las armas fueron sencillas. Las de siempre. Las que nunca debiámos abandonar jugando en el "nido de los cóndores", como le llaman al estadio Siles nuestros rivales en el exterior. Un fútbol alegre, pujante, vigoroso, incansable, inagotable, como la diablada misma.

Ese fútbol con el que muchísimos años mantuvimos invicto al Siles. Con esa garra que otrora fueron la marca de fábrica de los Ugarte, Camacho, Alcócer, Torres, Cobo, Rada, Blacutt, etc. y que más después recogieron añadiéndole mejor preparación técnica los hombres de la generación que nos llevó al Mundial de Estados Unidos-94.

En aquellos y en éstos, el común denominador fue el derroche de energías. "Sudar la camiseta", fue la divisa ganadora. Así se tejieron hermosas jornadas en el Siles. Corriendo por toda la cancha, acosando al rival, dejándole sin respiro. Esas fueron y son las armas del triunfo en La Paz.

Sólo los mal informados podrían pensar que el equipo que cuatro días antes cayó 5-0 ante Uruguay en Montevideo era el mismo que después apabulló a Colombia. Las actitudes fueron diferentes, los enfoques distintos, la manera de pensar fue otra.

Ojalá que Nelson Acosta pueda tener más tiempo a su disposición al equipo base para alistar los próximos partidos. Es de desear que los dirigentes de clubs se olviden un poco de su "campeonatito" o que crean que The Strongest va ir lejos en la Copa Sudamericana. De cara al Mundial, debemos poner todos los huevos en una canasta. Lo reclama la afición.

Es cierto. La afición. Esa que salió a las calles el pasado miércoles para festejar el triunfo ante Colombia. Esa afición que es pueblo poco acostumbrado a las satisfacciones y que reclama alegrías.

La estrategia de Acosta es la de ganar todos los partidos como local y arañar por lo menos un empate en los partidos como visitante. De acuerdo a los puntajes de clasificación para el último Mundial sería suficiente para estar en Alemania. Coincido con él.

Por eso es que nadie debe sembrar demasiadas esperanzas sobre nuestro próximo partido contra Argentina en Buenos Aires. Debemos poner los ojos en el subsiguiente encuentro contra Venezuela.

Así como debemos exigir a los jugadores y al técnico el máximo rendimiento, cabe hacer lo mismo con los dirigentes de la Federación y de los clubs. Por favor, que se cuiden hasta los ínfimos detalles. Fue absurdo ver a nuestros jugadores en el clima frío de Montevideo con uniformes de verano.

Ante Colombia la Diablada Verde se lució. Faltan otras ocho jornadas en el Siles. Que se repitan las alegrías sin importar lo que ocurra en el exterior donde, claro, por si acaso no nos caerá nada mal una victoria y hasta un simple empate para empezar a aprender el alemán.





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